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jueves, 13 de febrero de 2014
Me translado de blog (:
He de decir que no voy a publicar más en este blog, pero no os preocupéis, porque esta novela la voy a retomar (y empezaré otros proyectos) en el blog recién nacido.
Nos vemos en el nuevo blog!
viernes, 4 de octubre de 2013
Mil perdones!
Un besazo enormísimamente grande;
Irene
martes, 10 de septiembre de 2013
Capítulo 5
Miré en el espejo a una nueva yo. Había heho un cambiazo ayer en la peluquería del centro comercial; me había puesto mechas californianas azules, y me había rapado el lado derecho de mi pelo. Lo necesitaba. Desde siempre me había gustado tener el valor de sacar mi verdadero yo, de ser diferente a los demás. Pero en el instituto nunca me atreví, con el miedo del qué dirán. Siempre me habría gustado quitarme el traje de la tímida Cris, y gritar al mundo quién era en realidad, pero jamás tuve el coraje. Ya había sufrido suficientes burlas, ya había sido el hazmerreír del instituto. Noté cómo una lágrima resbalaba por mi mejilla. Antes del instituto no tenía miedo a nada ni a nadie, pero cuando entré en ese mundo de desconocidos, todas esas burlas e insultos se quedaron grabados en mis oídos, e hicieron de mí otra cosa. Me cambiaron completamente. Empecé a tener miedo del qué dirán, tenía dos vidas: la mía y la que se inventaban los demás. Empecé a caerle mal a la gente, y entonces, cada vez que conocía a alguien casi no hablaba, no me comportaba como yo era en realidad, por el miedo de caer mal. Me miré al espejo. Tenía los oios rojos e hinchados, y un montón de lágrimas por mi cara. No! No, no y no! Eso era pasado, y decidí ser todo lo que no pude. Iba a ser yo. Yo misma. Asique me lavé la cara y me sonreí. Me regalé la mejor sonrisa, y desde ese momento nadia me la iba a quitar. Nunca.
Después de ir a una tienda de piercings y volver con uno en la comisura del labio, el segundo agujero en la oreja derecha, dos agujeros en el cartílago de la oreja izquierdauna y una cajita con varias dilataciones con forma de caracol, desde dos milímetros hasta ocho, fui a la tienda de tatuajes que había dos calles más arriba. Comí en una pizzería y me llamaron al móvil. Era Álvaro.
-Álvaro!
-Hola! Qué tal?
-Pues no he parado en toda la mañana. Y tú?
-Muy bien, oye, qué vas a hacer esta tarde?
-Pues... Había pensado en hacer unas cositas, además, tengo un concierto, pero podemos quedar esta noche.
-Hummm... Tengo una idea mejor. A qué hora es el concierto?
-A las siete.
-Genial. Allí estaré.
-Vale.
Colgué, y seguidamente abrí el whatsapp. Cinco mensajes nuevos del grupo de "Imparables". En el grupo estábamos Ali, Nata y yo. Vaya tontería de conversación, una discusión sobre si Antonio era más o menos simpático que Miky. Puse un mensaje: 'Eh imparables, mejor Miky, pero dejando aparte las chorradas; esta tarde tengo un concierto en la calle de los 100 montaditos a las 7, os venís? Ah, viene Álvaro'.
A esa calle la llamamos la de "Los cien montaditos" porque así se llama el bar que está en esa avenida, en el que nos juntamos a menudo. Pagué y subí a mi casa. Entonces miré las respuestas de mis amigas. Nata decía que sí, y Ali que también, pero que era más majo Antonio. Me tumbé en la cama con el portátil y me metí en YouTube. Estuve como media hora en el espejo, siguiendo el tutorial, pero por fin conseguí lo que quería; dos rastas perfectas.
Eran cerca de las cuatro y media, por lo que ensayé por última vez mi concierto; Mi obra de marimba con cuatro baquetas, y mi acompañamiento con la batería en el solo de Miguel. Todo perfecto. Me preparé. Una camiseta con la frase de ' If I take care in your present, I do not look at your future, because by then, will be my last' que significa: ' Si no me cuidas en tu presente, no me busquesen tu futuro, porque ya para entonces serás mi pasado', los mismos vaqueros blancos que ayer y mis Vans blancas y fosforitas.
El concierto fue genial. En cuanto salí Ali y Nata se tiraron a mí y me dieron un abrazo enorme.
- Dios mío Cris -gritó Natascha-, vaya transformación!
-Os gusta?
-Cris -Ali me miro fijamente, y muy seria dijo-, lo has hecho muy bien, pero estás mal de la chota.
Me reí.
-Pues aún me queda una cosa, pero es sorpresa -me dirigí a mi novio-. Mira Álvaro -Bajé la tira de mi camiseta para que se viera bien el tatuaje. Era un diente de león, del que se iban volando las semillas y poco a poco se convertían en pájaros volando.
sábado, 24 de agosto de 2013
Capítulo 4
Abrí los ojos lentamemte. Poco a poco iba recordando la noche anterior. Fue increíble. Miré el reloj; casi las once... Vaya, pues sí que he dormido
-Buenos días princesa!
Me volví sobresaltada hacia la puerta y le vi, pero no pude evitar fijarme en la bandeja que llevaba. Un zumo natural de naranja, un tarro con mermelada de arándanos -mi favorita-, mantequilla, dos tostadas, café con leche... Cada vez le quiero un poquito más.
-Álvaro, te estás pasando...
-Si quieres me lo como yo...
-No hombre! Ya que me lo has preparado me lo comeré.
Se podría decir que parecía el monstruo de las galletas. En cuanto terminé, mi "princeso" me sonrió.
-Joder Cris, como engulles-notaba como el calor me subía a las mejillas-. Anda, no te pongas roja, que he traído nutella, y para terminar vamos a convertir el desayuno en... Un "besayuno"!
-Qué quieres decir con es...- Se tiró encima mía- Ahhhh!!
Me empezó a untar en nutella y a besarme. Cada beso suyo era dulce y pegajoso, y después de unos cuantos besos, bastantes risas y mucha, mucha nutella, se separó de mí, dejándome con ganas de más.
Buscaba en el armario la ropa para ese día; Álvaro me iba a llevar al centro comercial para decorar el apartamento que me había comprado unas semanas antes. Finalmente me decidí por unos vaqueros cortos blancos y una blusa lila. Los zapatos... Unas sandalias moradas. Fui al baño: me alisé el pelo y me puse unos pendientes con una flor blanca. No vi la necesidad de maquillarme, la verdad es que no me gustaba mucho.
Una vez en el centro comercial, fuimos a Ikea. Primero pensamos en el salón: Álvaro me dijo que estaría genial un color claro, y yo lo visualicé inmediatamente.
-Eso es fácil! Amarillo y blanco.
-Hummm... No sé. Yo creo que estaría mejor un verde claro, y blanco.
-Sí, también queda bien... No! Ya sé! -mi idea quedaría genial- Todo blanco, y en las paredes podríamos pintar cosas chulas tú y yo.
-Bueno, si a ti te gusta...
-Que sí! Mira, este sofá en el lado izquierdo, aquí este sillón, un espejo en la pared derecha...
Cuando por fin terminamos de elegir todos los muebles y salimos de la tienda, me paré en seco.
-Podrías esperar unos minutos? Enseguida vuelvo.
-Tacháaaaaaan! Qué te parece?
-Wow! Vaya cambiazo! Te queda genial.
-Pues me alegro mucho. Es lo que intentaba.
Seguimos andando y nos montamos en el coche de Álvaro. Cuando llegamos a casa, ya era casi la hora de comer. Como a Álvaro le encanta cocinar, preparó unos espaguetis riquísimos.
martes, 30 de julio de 2013
Me voy de viaje
Un besazo enormísimamente grande;
Irene