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martes, 10 de septiembre de 2013

Capítulo 5

Miré en el espejo a una nueva yo. Había heho un cambiazo ayer en la peluquería del centro comercial; me había puesto mechas californianas azules, y me había rapado el lado derecho de mi pelo. Lo necesitaba. Desde siempre me había gustado tener el valor de sacar mi verdadero yo, de ser diferente a los demás. Pero en el instituto nunca me atreví, con el miedo del qué dirán. Siempre me habría gustado quitarme el traje de la tímida Cris, y gritar al mundo quién era en realidad, pero jamás tuve el coraje. Ya había sufrido suficientes burlas, ya había sido el hazmerreír del instituto. Noté cómo una lágrima resbalaba por mi mejilla. Antes del instituto no tenía miedo a nada ni a nadie, pero cuando entré en ese mundo de desconocidos, todas esas burlas e insultos se quedaron grabados en mis oídos, e hicieron de mí otra cosa. Me cambiaron completamente. Empecé a tener miedo del qué dirán, tenía dos vidas: la mía y la que se inventaban los demás. Empecé a caerle mal a la gente, y entonces, cada vez  que conocía a alguien casi no hablaba, no me comportaba como yo era en realidad, por el miedo de caer mal. Me miré al espejo. Tenía los oios rojos e hinchados, y un montón de lágrimas por mi cara. No! No, no y no! Eso era pasado, y decidí ser todo lo que no pude. Iba a ser yo. Yo misma. Asique  me lavé la cara y me sonreí. Me regalé la mejor sonrisa, y desde ese momento nadia me la iba a quitar. Nunca.  

  Después de ir a una tienda de piercings y volver con uno en la comisura del labio, el segundo agujero en la oreja derecha, dos agujeros en el cartílago de la oreja izquierdauna y una cajita con varias dilataciones con forma de caracol, desde dos milímetros hasta ocho, fui a la tienda de tatuajes que había dos calles más arriba. Comí en una pizzería y me llamaron al móvil. Era Álvaro.  
-Álvaro!  

-Hola! Qué tal?  

-Pues no he parado en toda la mañana. Y tú?  

-Muy bien, oye, qué vas a hacer esta tarde?  

-Pues... Había pensado en hacer unas cositas, además, tengo un concierto, pero podemos quedar esta noche.  

-Hummm... Tengo una idea mejor. A qué hora es el concierto?  

-A las siete.  

-Genial. Allí estaré.  

-Vale.  

Colgué, y seguidamente abrí el whatsapp. Cinco mensajes nuevos del grupo de "Imparables". En el grupo estábamos Ali, Nata y yo. Vaya tontería de conversación, una discusión sobre si Antonio era más o menos simpático que Miky. Puse un mensaje: 'Eh imparables, mejor Miky, pero dejando aparte las chorradas; esta tarde tengo un concierto en la calle de los 100 montaditos a las 7, os venís? Ah, viene Álvaro'.
A esa calle la llamamos la de "Los cien montaditos" porque así se llama el bar que está en esa avenida, en el que nos juntamos a menudo. Pagué y subí a mi casa. Entonces miré las respuestas de mis amigas. Nata decía que sí, y Ali que también, pero que era más majo Antonio. Me tumbé en la cama con el portátil y me metí en YouTube. Estuve como media hora en el espejo, siguiendo el tutorial, pero por fin conseguí lo que quería; dos rastas perfectas.

Eran cerca de las cuatro y media, por lo que ensayé por última vez mi concierto; Mi obra de marimba con cuatro baquetas, y mi acompañamiento con la batería en el solo de Miguel. Todo perfecto. Me preparé. Una camiseta con la frase de ' If I take care in your present, I do not look at your future, because by then, will be my last' que significa: ' Si no me cuidas en tu presente, no me busquesen tu futuro, porque ya para entonces serás mi pasado', los mismos vaqueros blancos que ayer y mis Vans blancas y fosforitas.

El concierto fue genial. En cuanto salí Ali y Nata se tiraron a mí y me dieron un abrazo enorme.  

- Dios mío Cris -gritó Natascha-, vaya transformación!  

-Os gusta?  

-Cris -Ali me miro fijamente, y muy seria dijo-, lo has hecho muy bien, pero estás mal de la chota.  

Me reí.  

-Pues aún me queda una cosa, pero es sorpresa -me dirigí a mi novio-. Mira Álvaro -Bajé la tira de mi camiseta para que se viera bien el tatuaje. Era un diente de león, del que se iban volando las semillas y poco a poco se convertían en pájaros volando.

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